Discurso de la Dra. C Mariela Castro Espín, Presidenta del Comité Organizador y Directora del CENESEX
Distinguidas personalidades que presiden esta sesión,
Invitadas, invitados, participantes, prensa acreditada.
Hoy celebramos el Octavo Congreso Cubano de Educación, Orientación y Terapia Sexual “Por escuelas a la vanguardia de la Educación Integral de la Sexualidad”, en un contexto de contrastes en términos de avances y retrocesos para el ejercicio de los derechos sexuales, que constituye un desafío permanente en la implementación de políticas, estrategias y programas de Educación Integral de la Sexualidad a nivel global y regional.
América Latina y el Caribe, luego de más de una década de gobiernos progresistas, que lograron reducir los índices de pobreza y desigualdad social, enfrenta un peligroso cambio de postura política, que refuerza las ya sufridas tendencias neoliberales, con un alto costo social para los pueblos de nuestra región.
Es de esperar, que en esta nueva correlación de fuerza, sea mucho más difícil avanzar en los temas pendientes de las agendas de izquierda. Las metas relacionadas con los derechos sexuales y reproductivos, la educación integral de la sexualidad y el papel de la escuela como institución emancipadora del ser humano y de la sociedad, constituyen hoy en día, anhelos de las fuerzas progresistas que aún no se han alcanzado.
El auge de tendencias conservadoras se reconoce como uno de los obstáculos que limitan el ejercicio de los derechos sexuales, como derechos humanos y su realización a través de los programas de Educación Integral de la Sexualidad.
Las críticas a los programas que potencian los derechos sexuales y la igualdad de género se han estructurado sobre posturas muy retrógradas, además de contar con el financiamiento y apoyo de grupos de poder.
Países de la región han enfrentado numerosos obstáculos en sus intentos de aprobar guías metodológicas de educación de la sexualidad en sus sistemas educativos estatales, entre ellos, el empleo de estrategias para movilizar la opinión pública, mediante potentes campañas de desinformación y manipulación, que nos deben poner en alerta, teniendo en cuenta que todos los países estamos potencialmente expuestos a estas influencias y que los logros alcanzados no constituyen fortalezas permanentes, en particular, ante situaciones de inestabilidad política.
Las tendencias neoliberales han impactado negativamente a los sistemas educativos, incrementando su privatización, fragmentando sus contenidos y empobreciendo su calidad y alcance. Esto trae como consecuencia el aumento de situaciones de inequidad social.
Al mismo tiempo, en los últimos años, América Latina y el Caribe ha sido protagonista de importantes progresos en el reconocimiento de la Educación Integral de la Sexualidad como un derecho humano fundamental.
Un paso esencial en este camino fue la Declaración “Prevenir con Educación”, acordada en México, en 2008, en la cual los Ministros de Educación y Salud de la región aprobaron un marco de referencia compartido acerca de la Educación Integral en Sexualidad. Más recientemente, la Estrategia Regional de Educación Integral de la Sexualidad, aprobada en 2014 por el Fondo de Población de las Naciones Unidas, ha representado un valioso instrumento para la toma de decisions en esta materia.
Una buena noticia es que nuestra región cuenta con un instrumento avanzado para el diseño de políticas y programas en temas de población, desarrollo, salud sexual y reproductiva: El Consenso de Montevideo y su guía operacional.
Como proceso contínuo de búsqueda de consenso, en agosto de 2018 se celebrará la III Conferencia Regional de Población y Desarrollo en Lima, Perú, donde se podrá constatar con más detalles cómo los países han avanzado en el cumplimiento de las medidas prioritarias adoptadas en este instrumento regional. La Educación Integral de la Sexualidad, los derechos sexuales y reproductivos y la igualdad de género constituyen pilares importantes en la medición de los avances.
Sin dudas, la Educación ocupa un lugar central en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Dentro del amplio ámbito de acción de la Agenda este tema figura como un objetivo en sí mismo, el 4, desglosado en 7 metas.
Para avanzar en los temas que nos unen en este Congreso, consideramos una oportunidad la meta 4.7, que exhorta a asegurar que todos los alumnos, antes del 2030, adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, mediante los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y de no violencia, la ciudadanía mundial, la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.
Entre los indicadores que permiten medir el avance en esta meta se encuentran el porcentaje de escuelas que imparten educación sobre sexualidad y VIH, basada en competencias para la vida. Sobre este indicador, los Estados deben reportar evidencias, como insumos importantes para la necesaria medición de los avances.
Es también relevante que esta agenda global de desarrollo ha sido concebida con objetivos interdependientes, por lo que la educación, la igualdad de género y el acceso a la Salud Sexual y Reproductiva son importantes compromisos para combatir la pobreza y el hambre, es decir, para no dejar a nadie atrás.
A los países nos corresponde promover políticas, programas y proyectos, que incluyan la educación integral de la sexualidad, como uno de sus ejes estratégicos en educación.
En nuestras sociedades existe una ambivalencia ante la Educación Integral de la Sexualidad, que se manifiesta, por una parte, en un gran interés por saber más, y por otra, en una amplia resistencia para hablar directamente del tema y para transformar las relaciones de poder que perpetuan las desigualdades e inequidades, y particularmente las de género.
La divulgación de los resultados positivos de las directrices operacionales del Fondo de Población de Naciones Unidas para la Educación Integral de la Sexualidad, es una buena estrategia para mitigar las resistencias.
Los beneficios son diversos y abarcan diferentes ámbitos de la sociedad. Por ejemplo, la mejora de la calidad de vida y la posibilidad de promover espacios educativos más libres y sanos.
Experiencias como estas constituyen desafíos para los Estados, cuya responsabilidad es asegurar una educación integral de calidad que garantice el desarrollo pleno e integral de niños, niñas y adolescentes.
En algunas realidades, los programas de Educación Integral de la Sexualidad, se han reducido a modelos pilotos y documentos teórico-metodológicos que no llegan a implementarse, ni se amplían a escala nacional. Este es un obstáculo importante, por lo que este Congreso llama a apoyar los procesos que faciliten la ampliación de los programas de este tipo a escala nacional. El Simposio que tendrá lugar más tarde en esta sala, resulta uno de los esfuerzos colectivos para compartir aprendizajes y fortalecer alianzas en estos temas.
Aun cuando la legitimación de la Educación Integral de la Sexualidad ha encontrado en la escuela un ambiente natural de desarrollo, el escenario de los últimos años ha demostrado la importancia de continuar fortaleciendo el papel de esta institución en la socialización de valores emancipatorios.
El ámbito educativo desde una perspectiva transdisciplinar e intersectorial resulta clave en el desarrollo de la educación integral de la sexualidad, donde la escuela tiene el encargo social de establecer el diálogo con la familia y la comunidad. Esto no significa asumir una postura sectorial, sino reconocer las fortalezas específicas de la escuela en la socialización secundaria de conocimientos y valores. Esta tiene el deber de ampliar los procesos de socialización primaria que tienen lugar en la familia.
La convocatoria de este congreso para trabajar la Educación Integral de la Sexualidad en las escuelas, también se hace desde la apropiación del enfoque de curso de vida, asumiendo que la educación es un proceso continuo que no finaliza con los ciclos educativos formales.
El Gobierno de Cuba mantiene el compromiso con la calidad de la educación con enfoques de género y derechos. Desde sus inicios, la Revolución Cubana promovió un enfoque integrador de la educación. La campaña de alfabetización constituyó un hito en estas estrategias.
La Federación de Mujeres Cubanas, como organización de la sociedad civil, impulsó la educación de la sexualidad con enfoque integral e intersectorial, como una de las estrategias clave para abordar la salud de las mujeres en una primera etapa.
Su aprobación posterior como política del Estado muestra el nivel de compromiso con la educación integral de la sexualidad y a la vez marca una ampliación de la escala en temáticas y alcances a nivel de país.
Este proceso no ha estado excento de tensiones y contradicciones, por lo que el perfeccionamiento y actualización de sus programas para acompañar los ritmos de cambio, constituye una exigencia permanente.
Debemos continuar promoviendo la generación de la evidencia científica. La que tenemos hoy a nuestra disposición nos dice que la Educación Integral de la Sexualidad contribuye a la construcción de sociedades más igualitarias, a través de relaciones de género basadas en la equidad, en la protección de los derechos sexuales y reproductivos. También promueve la eliminación de la violencia basada en género y ofrece la posibilidad de vivir una sexualidad sana, responsible y feliz.
Aunque la región de América Latina y El Caribe no es actualmente prioridad de la comunidad de donantes internacionales, (un elemento que sin dudas repercute en algunos de estos desafíos), se debe reconocer el apoyo recibido de la cooperación internacional y del Sistema de Naciones Unidas como muestra de su compromiso con la Educación Integral de la Sexualidad, los derechos sexuales y reproductivos.
En el marco de este congreso, el Fondo de Población de las Naciones Unidas estará coordinando un simposio sobre la ampliación a escala de programas de Educación Integral de la Sexualidad.
En paralelo, el Cenesex, con apoyo del UNFPA, estará coordinando la III Reunión de Expertas y expertos en estrategias y programas de Educación Integral de la Sexualidad en la region.
También, UNFPA y UNESCO están realizando capacitaciones sobre las nuevas orientaciones de Naciones Unidas en Educación Integral de la Sexualidad, entre ellas, el curso pre-congreso dirigido a docentes de Cuba que se produjo en el día de ayer.
Hemos recibido el apoyo de UNICEF, PNUD y de otros socios estratégicos como el Gobierno de Países Bajos, la cooperación de Noruega, la agencia española de cooperación y organizaciones no gubernamentales, como Oxfam y FOS, entre otros patrocinios y acompañamientos técnicos.
Para el CENESEX es un gran honor contar con las personas, instituciones y organizaciones que una vez más nos acompañan y con quienes participan por primera vez. Este honor tiene también la singularidad de que en el 2018 estamos celebrando el 30 aniversario de la creación del CENESEX.
Quienes integramos el Comité organizador y el científico de este congreso, compartimos las expectativas de que este espacio se erija como un nuevo llamado a la generación, intercambio e integración de saberes sobre Educación Integral de la Sexualidad. También esperamos avanzar en la producción, identificación y democratización de las evidencias científicas, y reconocer a la Educación Integral de la Sexualidad por su impacto positivo en el desarrollo humano.
Contamos con ustedes para hacer realidad estos propósitos. Bienvenidas y bienvenidos.