Una gigantesca bandera cubana, de armazón de alambre de púas y rellena de pétalos de flores, recibe hoy a todo aquel que llega al Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Es una bandera que fue bautizada “Identidad”, y que en sus colores y texturas plasma la historia de todo un país y de su gente. El autor es uno de ellos. Su nombre es Michel Mirabal.

Nacido y criado en el capitalino barrio de cayo Hueso, este artista de años de edad, ha aportado en su arte por la denuncia de su entorno social y por llevar al lienzo la esencia de la cubanidad más contemporánea, que no por ello deja de ser la de siempre, la nuestra, la de todos.

Sobre los motivos que lo impulsaron a donar “Identidad” al CENESEX, comentó:

De niño tuve un amigo que por ser homosexual siempre fue víctima de la burla y el acoso de otros niños, y a mí siempre me tocó defenderlo. Fuimos compañeros de estudio hasta el 9no grado y después nos dejamos de ver, pero me lo encuentro hace poco y me dice que la vida le había cambiado porque se había encontrado con el centro y que participaba de todas las cosas que aquí se organizaban.

Mientras me hablaba se le encendía los ojos de alegría y de orgullo. Cada vez que hablaba del CENESEX y de la labor de Mariela Castro, su directora, se le iluminaba el rostro.

Al principio pensaba que quizás ser la hija del presidente del país le facilitaba las cosas, pero mi amigo me contó que no era así y me comentó del trabajo que habían pasado para lograr todo lo que habían logrado. Entonces empecé a desarrollar cierta afinidad por su persona y por el proyecto que ha llevado adelante.

Siempre quise conocerla porque tenemos muchos amigos en común e incluso habíamos coincidido en algunos lugares, pero soy un poco penoso y no me atrevía a saludarla, hasta que un día nos presentaron y esto mismo que te estoy diciendo a ti, se lo dije a ella. Se alegró mucho y me preguntó en qué manera podíamos trabajar juntos.
Y como lo más preciado que yo tengo es mi trabajo, decidí ofrecerle en donación una de mis obras. Y así lo hice. Me han comentado que a los trabajadores y visitantes del centro les ha gustado mucho y estoy orgullosísimo de haber podido colaborar con el centro.

¿Cuáles son tus principales intenciones artísticas en este momento?

Mi principal intención como artista es siempre decir la verdad, o al menos, hasta donde me sea posible. En eso se basa mi obra, la considero como una obra de carácter social a través de la cual trato de tocar los temas sociales más agudos, ya sea en política o en cultura, o en relaciones personales. Donde quiera que yo vea un problema a cuya solución pueda contribuir modestamente desde mi obra, lo haré. No me considero un artista político ni mucho menos, pero sí un artista social, que se preocupa por el medio que lo rodea. Y todo aquello que ataque al hombre, como la discriminación de cualquier tipo, también me interesa. Sé lo que es sentirse discriminado porque lo he sido por mi raza, dentro y fuera de Cuba, y es una actitud que no soporto.

Me llena de satisfacción que cuando voy por el mundo, estoy dando a conocer lo que es Cuba, en lugares donde lo único que conocen de nuestro país son los puros, el ron y las mulatas. Y sinceramente, no pondría una bandera en mis paredes que no fuera la de mi país.

¿Te atreverías a definir qué es la identidad cubana?

La identidad cubana está en todas partes, en la comida, la música, hasta en la forma de hablar, en nuestra gente y sus luchas en la sangre que se ha derramado desde los tiempos de Hatuey. No creo que se pueda definir un concepto de identidad cubana que lo abarque todo porque nosotros, todos, somos Cuba y nuestra forma de ser no tiene nada que ver con clases sociales ni ningún otro patrón, somos así, y damos el mundo aunque no lo tengamos en nuestros bolsillos.

Estoy encantado con el trabajo que realiza el centro, me gustaría colaborar mucho más y ojalá algún día exista una dependencia del CENESEX en cada provincia de Cuba. Les mando un gran saludo a todas estas personas que optan por defender la diversidad y no se avergüenzan de serlo, defendiendo sus valores y demostrando que la esencia del ser humano no tiene nada que ver con la orientación sexual de las personas.