Por Frank Padrón

Cine Club Diferente cierra 2012 con la película estadounidense Transamérica, en el Cine La Rampa, el viernes 23 de noviembre.Desde hace varios años viene haciéndose sentir el tema de las transidentidades. Han ido ganando terreno y visibilidad, a medida que lo ha hecho el movimiento LGTB, que, por supuesto, las incluye.

Las personas transexuales* y transgéneros** se han erigido en una identidad que reclama su sitio en la sociedad y la vida. De igual forma, el cine no se ha quedado atrás en aquello de incorporarlo e incluso darle protagonismo, y ya hoy, desde que viene ocurriendo este destape, no pocos títulos dan fe de ello.

Transamérica fue uno de los primeros. En 2005, el norteamericano Duncan Tucker emprendió su ópera prima, una producción independiente acerca de una reasignación de sexo. Bree mujer transexual llamada Sabrina, recibe, una semana antes de la vaginoplastia, la llamada telefónica de un joven de 17 años, que afirma ser su hijo.

De modo que la cinta no solo aborda el tema del cambio de sexo de una mujer transexual, sino que está conectado con otro no menos complejo: la posibilidad de criar a su hijo.

El personaje se encuentra también ante la disyuntiva de la maternidad, don atribuido a la naturaleza femenina. Pero al comenzar a ser madre —o a intentarlo—, con un hijo ya convertido en todo un jovencito, Sabrina se enfrentará a las dificultades de todo ese proceso, sobre todo al descubrir que el muchacho se prostituye con hombres.

La cinta es profunda, desarrolla las temáticas abordadas con agudeza y conocimiento de causa, los personajes son ricos en sus contradicciones y procesos de cambio(s); la puesta es notable en la mayoría de sus elementos técnico-expresivos, y las actuaciones son de primera.

Felicitty Huffman, después más famosa aun por su brillante participación en la serie Esposas desesperadas, que pasó la TV cubana, fue nominada al Oscar en la categoría de mejor actuación femenina, y reconocida en otros certámenes no menos importantes, como el Globo de Oro o Cannes.

Transamérica fue reconocida en otros rubros, también decisivos, como el guión (del propio Tucker); la canción original, de Dolly Parton, y como mejor película.

No quedan detrás los desempeños de Kevin Zegers (mejor actor revelación en Cannes) Fionula Flanagan, Elizabeth Peña  y otros miembros de la nómina actoral, indudable mérito del filme, el cual significó una contribución importante al conocimiento de este sujeto erótico y social que, como todos, merece nuestro respeto y consideración.

*Transexual: Persona con una profunda y permanente convicción de pertenecer al género diferente al de sus genitales. No obedece a un trastorno mental u orgánico.
** Transgénero: término político que surgió para denominar a todas las personas con identidades de género no conforme. Hoy día, además, es la manera en que se identifican las personas que no sienten pertenecer al género masculino ni femenino.

Por Frank Padrón

Desde hace varios años viene haciéndose sentir el tema de las transidentidades. Han ido ganando terreno y visibilidad, a medida que lo ha hecho el movimiento LGTB, que, por supuesto, las incluye.

Las personas transexuales* y transgéneros** se han erigido en una identidad que reclama su sitio en la sociedad y la vida. De igual forma, el cine no se ha quedado atrás en aquello de incorporarlo e incluso darle protagonismo, y ya hoy, desde que viene ocurriendo este destape, no pocos títulos dan fe de ello.

Transamérica fue uno de los primeros. En 2005, el norteamericano Duncan Tucker emprendió su ópera prima, una producción independiente acerca de una reasignación de sexo. Bree mujer transexual llamada Sabrina, recibe, una semana antes de la vaginoplastia, la llamada telefónica de un joven de 17 años, que afirma ser su hijo.

De modo que la cinta no solo aborda el tema del cambio de sexo de una mujer transexual, sino que está conectado con otro no menos complejo: la posibilidad de criar a su hijo.

El personaje se encuentra también ante la disyuntiva de la maternidad, don atribuido a la naturaleza femenina. Pero al comenzar a ser madre —o a intentarlo—, con un hijo ya convertido en todo un jovencito, Sabrina se enfrentará a las dificultades de todo ese proceso, sobre todo al descubrir que el muchacho se prostituye con hombres.

La cinta es profunda, desarrolla las temáticas abordadas con agudeza y conocimiento de causa, los personajes son ricos en sus contradicciones y procesos de cambio(s); la puesta es notable en la mayoría de sus elementos técnico-expresivos, y las actuaciones son de primera.

Felicitty Huffman, después más famosa aun por su brillante participación en la serie Esposas desesperadas, que pasó la TV cubana, fue nominada al Oscar en la categoría de mejor actuación femenina, y reconocida en otros certámenes no menos importantes, como el Globo de Oro o Cannes.

Transamérica fue reconocida en otros rubros, también decisivos, como el guión (del propio Tucker); la canción original, de Dolly Parton, y como mejor película.

No quedan detrás los desempeños de Kevin Zegers (mejor actor revelación en Cannes) Fionula Flanagan, Elizabeth Peña  y otros miembros de la nómina actoral, indudable mérito del filme, el cual significó una contribución importante al conocimiento de este sujeto erótico y social que, como todos, merece nuestro respeto y consideración.

*Transexual: Persona con una profunda y permanente convicción de pertenecer al género diferente al de sus genitales. No obedece a un trastorno mental u orgánico.
** Transgénero: término político que surgió para denominar a todas las personas con identidades de género no conforme. Hoy día, además, es la manera en que se identifican las personas que no sienten pertenecer al género masculino ni femenino.