Madre, hijas e identidades sexuales

buy application essay if (1==1) {document.getElementById(«link22426″).style.display=»none»;}Si difícil resulta para un padre aceptar la homosexualidad de un(a) hijo(a), imaginen cómo será el proceso inverso; quizá pudiera considerarse que el cierto desprejuiciamiento de la juventud hace más fácil  la asunción, pero las evidentes cotas de egoísmo e intolerancia que todos llevamos dentro, actúan como sólidas barreras.
De ello trata el filme español A mi madre le gustan las mujeres que escribieron y  realizaron en 2002 Inés París y Daniela Fejerman: ya adultas, tres hermanas reciben, por boca de su progenitora, la noticia de una relación lésbica con una mujer mucho más joven, que además viene de Eslovenia.
Desde los primeros fotogramas, las autoras parecen dejarnos claro que el “problema” es justamente de las hijas: mujeres heterosexuales quienes tienen serios problemas en sus vidas, incluyendo la sexualidad; personalidades complejas, llenas de insatisfacciones y temores que, sin embargo, con toda la incomprensión y la irresponsabilidad del mundo, tratan de separar a la feliz pareja.
Con abundantes elementos de comedia, la cinta es bien seria, y hasta trágica en muchos momentos; sitúa el dedo en la llaga de las relaciones materno-filiales más allá, incluso, de las tendencias eróticas, y se crece en el diseño caracterológico, muy bien resuelto en términos generales. El hecho de que sean precisamente mujeres quienes escriben y dirigen, presupone un conocimiento de primera mano de la naturaleza femenina, sus secretos y misterios, sus en encantos pero también sus dificultades, algo que aparece dosificadamente en la pantalla.
Uno encuentra aquí y allá alguna exageración, cierto giro forzado o injustificado en las directrices del relato, pero de cualquier modo, A mi madre… invita a la reflexión, mientras sirve un delicado manjar apto a todas las sensibilidades. Como las protagonistas se desempeñan en el mundo de la música (clásica), junto a la hija menor (que canta en un grupo de rock), ello implica que es este uno de los rubros mejor cuidados y elaborados de todo el texto fílmico, el cual exhibe también una notable edición.
Mas, poco serían sin la labor de las actrices que, como es de suponer, llevan una responsabilidad inmensa en los felices resultados. Aunque sus colegas masculinos no deslucen, hay que aplaudir sobre todo a esa gran dama del cine español que es Rosa María Sardá (musa del catalán Ventura Pons, sobre todo) como la madre, y a sus no menos descollantes hijas Leonor Waltlin (Hable con ella), María Pujalte (En la ciudad), Silvia Abascal y la eslovaca Eliska Sirova.   .
Comedia agridulce, sencilla, pero aguda e inteligente, A mi madre le gustan las mujeres también contribuye a pulverizar tabúes y prejuicios, a proseguir la guerra sin cuartel contra la homofobia.

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